El traje nuevo del emperador
1.-Hace mucho tiempo atrás, vivía un emperador muy
rico que siempre estaba pendiente de lucir las mejores prendas. Dos y
tres veces en el mismo día, gustaba el emperador de cambiar sus
vestidos y llenarse de lujosas joyas. Los sastres del reino
trabajaban sin descanso para proveer a su señor con nuevos trajes,
llenos de brillos y magníficas telas. (Leonor)
2.-Cierto día, aparecieron en el reino dos ladrones
muy bribones que decidieron estafar al emperador. Los ladrones
aseguraban poseer las mejores telas, y confeccionar ajuares nunca
antes vistos. Como era de esperar, el emperador quedó deslumbrado
por las promesas de los ladrones y les pagó una gran suma de dinero
para que comenzaran a trabajar. (Elsa)
3.-Durante varios días, los bribones se quedaron en
una habitación del palacio simulando que tejían hermosos vestidos,
pero en realidad, solo se dedicaban a cobrar más oro y beber y comer
a sus anchas. El emperador, deseoso de conocer cómo avanzaba la
obra, envió un sirviente a la habitación de los ladrones. (Moha)
4.-Al llegar al lugar, el joven sirviente quedó
consternado cuando vio el telar vacío, pero los ladrones le
aseguraron que el vestido estaba hecho de una tela mágica y que los
tontos e ignorantes no serían capaz de verla. “¡Claro que la veo!
¡Es hermosa!” exclamó el sirviente con temor a parecer tonto, y
marchó a contarle a su señor. (Esther)
5.-El emperador, sin poder contener su curiosidad,
partió a contemplar la obra maestra. Al llegar quedó sorprendido de
no ver nada, pero como no podía parecer ignorante delante de sus
súbditos, disimuló su sorpresa y exclamó con alegría: “¡Es
hermoso! ¡Nunca había visto nada tan maravilloso en mi vida!”. Y
decidió llevarlo puesto en la ceremonia del palacio al día
siguiente. (Belén)
6.-Cuando llegó la hora, el emperador salió ante su
pueblo completamente desnudo. Las personas miraban aturdidas el
espectáculo, pero nadie se atrevía a pronunciar palabra alguna. A
pesar de los murmullos, el emperador prosiguió la marcha, convencido
que todo aquel que le miraba asombrado, era por pura ignorancia y
estupidez. Pero en realidad ¡Era todo lo contrario! (Alex)
7.-Este cuento sirve para demostrar que nunca debemos
llevarnos por criterios ajenos, sino decir la verdad siempre y pensar
por nuestra propia cabeza. (Raúl)