sábado, 9 de febrero de 2019

La Señorita Pepota de Paloma Bordons


LA SEÑORITA PEPOTA
Libro de Paloma Bordons
(Adaptación de Miguel Iranzo Martín)



(Entra por la puerta Pepota con la caja de chucherías hasta colocarse sentada en la parte derecha del escenario, junto a su puesto de chucherías. Mientras camina va pregonando su mercancía).

PEPOTA.- Llevo pipas, chicles, caramelos. ¡Recién tostadas oiga! ¡Recién tostadas!

(Entra por la parte izquierda del escenario, un muchacho con periódicos)

MUCHACHO.- ¡Extra, extra, gran noticia. El príncipe heredero de Talycual, pasará por el pueblo el martes, a las diecisiete horas y treinta y dos minutos!

PEPOTA.- (Sale corriendo en busca del muchacho) ¡Eh! chico, dame uno.

(Aparecen de detrás de las casas las señoritas)

JUANOTA.- ¡Eh! Yo quiero uno.

RAQUELOTA.- Y yo otro, y yo otro.

JOAQUINOTA.- Y yo, otro yo.

(Se ponen a leer la primera página con la información que acaba de darle el muchacho)

DOLOROTA.- Seguro que viene buscando bellas señoritas…

FELIPOTA.- …Para casarse.

JOAQUINOTA.- Mujer, todo el mundo sabe que los príncipes herederos siempre van por ahí buscando bellas señoritas con las que casarse.

SEÑORITAS.- (Todas a la vez) ¿Y por qué no voy a ser yo esa bella señorita?

PEPOTA.- ¿…O yo?

(Las señoritas salen todas de escena riéndose)

(Pepota sale y entra con una tela de lunares)

PEPOTA.- Con esta tela me haré un vestido para la fiesta de bienvenida del príncipe. Será un traje tan extraordinario que el príncipe no tendrá más remedio que fijarse en mí. ¡Estaría bueno que no se fijara! Con lo que me ha costado la tela. Un ojo de la cara. Nada menos que 15 euros con 48 céntimos.
Será un vestido con muchos volantes (y se muerde las uñas para pensar mejor. Enseguida deja sus uñas en paz)
¿Dónde se ha visto que una futura princesa se muerda las uñas?
Tendrá el escote cuadrado… ¿o quizás redondo? Y los puños de encaje… ¿o lo hago mejor sin mangas? (vuelve a morderse las uñas sin darse cuenta)
¡Ya lo tengo!
Tendrá de todo un poco: una manga corta y otra larga, medio escote redondo y medio escote cuadrado, volantes por delante y encajes por detrás, botones por aquí y cremalleras por allá, y lazos, y …
(Entran las señoritas)

FELIPOTA.- ¡Pobre de mí! ¿Cómo voy a preparar mi vestido si no se hacer ojales?

CARLOTA.- Ni yo se hacer volantes.

JOAQUINOTA.- Y yo no consigo emparejar las mangas.

FELIPOTA.- ¿Por qué no le pedimos ayuda a Pepota? Ella es una estupenda costurera.

(Hacen fila ante el puesto de Pepota)

JUANOTA.- ¡Hola Pepota! ¡Qué buen día hace! ¡Verdad? Te veo estupenda. Oye, ¿Cómo se ponen las cremalleras?

PEPOTA.- Lo siento, pero se me han roto las gafas y sin ellas no puedo poner cremalleras.

(Se acerca Felipota)

FELIPOTA.- ¡Hola Pepota! ¡Qué guapísima estás hoy! ¿Tú me podrías hace los ojales?

PEPOTA.- ¡Uy, qué tonta!, se me ha olvidado como se hacen los ojales.

(Se acerca Joaquinota)

JOAQUINOTA.- ¡Hola Pepota! ¡Qué peinado más mono tienes. ¿Quién te lo ha hecho?
¿Cómo se cosen las mangas, Pepota?

PEPOTA.- Pues, no sé, ¿cómo se ponen las mangas?

JESUSOTA.- ¡Dios Mío! Con lo poco que queda para el gran día.

(Salen las señoritas y Pepota se queda sola)

PEPOTA.- No, no y no. No pienso ayudar a nadie. Ninguna tendrá un vestido mejor que el de Pepota. Por algo soy la mejor costurera del pueblo.

(Sale Pepota)

PREGONERO.- (Entrando y tocando la trompeta. Lee el bando)

Por orden del señor alcalde, se hace saber:
Que todos los vecinos, hombres y mujeres, niños y niñas de Sextopimiento, deberán acudir sin falta mañana martes a la plaza del pueblo para recibir como se merece al príncipe heredero de Talycual, que tendrá el honor de honrar con su presencia al susodicho municipio. Como quiera que la ocasión lo requiere, todos los vecinos, hombres, mujeres, niños y niñas de Sextopimiento, deberán acudir a la misma debidamente aseados y vestidos para la ocasión. El señor alcalde ruega encarecidamente que todos los vecinos, hombres, mujeres, niños y niñas de Sextopimiento se laven todo el cuerpo incluida la cabeza, se peinen adecuadamente y se limpien las uñas.
He dicho.

(Sale Pepota mirándose en un espejo que lleva en la mano)

PEPOTA.- ¡Menudo vestido! Seguro que no hay ninguno tan original. Y no le falta de nada.

(Se mira y se remira)

(Salen todas las señoritas poco después que Pepota y van comentando sus vestidos)

JESUSOTA.- La verdad es que te ha quedado monísimo con ese lazo.

TERESOTA.- Verdad que sí. Pues estuve dudando hasta el último momento.

JUANOTA.- Y mis volantes, resultan divinos.

(De pronto Pepota y las señoritas se miran, se quedan paralizadas, mudas. Todas gritan)

PEPOTA.- ¡Todas iguales! (Volviéndose al público) Por lo menos mi traje está bien cosido. (Se deja caer en la silla de su puesto de pipas). ¿Por qué le habré puesto una manga larga y otra corta? ¿Por qué le habré puesto veintisiete botones y ocho cremalleras? ¿Por qué le habré puesto dos docenas de lazos? (Llorando) Yo me quiero ir a mi casa.

SEÑORITAS.- (También Llorando todas) Y yo

(Entra el alcalde al frente de la comitiva)

ALCALDE.- Señoritas, ya no hay tiempo, el príncipe de Talycual está a punto de llegar, así que salgamos a recibirlo a la calle principal del pueblo (Se cogen del brazo y cantan)

(Basado en el estribillo de Bienvenido Mister Marshall)

Querido príncipe,
vienes al pueblo
con alegría.
viva el tronío
de ese gran pueblo
con poderío,
olé el Rincón
y Talycual
y Sextopimiento, que no está mal.
Os recibimos
querido príncipe con alegría,
olé mi madre,
olé mi suegra y
olé mi tía”

JESUSOTA.- Dicen que el príncipe tiene una sonrisa encantadora.

TERESOTA.- Creo que tiene los ojos negros, y juega muy bien al parchís.

PEPOTA.- Tiene los ojos negros, y no juega al parchís, juega a la Wii.

JOAQUINOTA.- Porque tú lo digas, espantajo.

PEPOTA.- ¿Espantajo yo? Mira quién va a hablar, que parece una mesa camilla con ese traje.

JOAQUINOTA.- ¿Ah sí? ¡Ahora te vas a enterar?

(Se enzarzan en una pelea “ESPECIAL”)

MUCHACHO 2.- (Que se ha subido en una farola) ¡Chissssssss! Ya viene, ya viene.

MUCHACHO 3.- ¡Pero si es la furgoneta del panadero! Ponte gafas, hijo.

MUCHACHO 4.- ¡Ya viene! ¡Ahora sí!

MUCHACHO 5.- ¡Es la bicicleta del cartero! ¿Es que pensáis tenemos todo el día para estar de esta manera?

MUCHACHO 6.- ¡Ya viene! Ahora si que es él, veo el escudo real en el parachoques del coche. ¡Menuda fragoneta! ¡Y cómo corre! ¡Ya está aquí!

POLICIA LOCAL .-Todos fuera de la carretera, que os van a atropellar. ¡Vamos todos fuera

(El coche pasa como una bala. Todos se quedan en silencio)

PEPOTA.- Pues a mí no me ha parecido tan guapo.

FELIPOTA.- No, era más bien feucho.

JOAQUINOTA.- Tenía dientes de conejo.

JUANOTA.- Un poco bizco me ha parecido a mí.

JESUSOTA.- Y vaya narizota.

MARIANOTA.- Tenía trece granos. Los he contado.

VECINO.- Con tanta bulla no hemos tenido tiempo de prender los fuegos artificiales que teníamos preparados para el príncipe. Y la banda municipal no ha podido tocar.

ALCALDE.- ¿Pues a qué esperamos? ¡Qué empiece la fiesta!
(Paquito el chocolatero)

PEPOTA: En verdad no ha sido para tanto, me arrepiento de no haberos ayudado.

JOAQUINOTA: No nos deberíamos de haber peleado Pepota.

PREGONERO: ¡Últimas noticias! ¡El principe de Talycual volverá el día 31 a las 8 horas y 33 minutos!

PEPOTA:¿Queréis que os cosa los vestidos?

(Todas las señoritas): Tranquila, ¡nos vamos a poner un chandal!

Narrador:
Desde aquel día nos dimos cuenta que no hay que enfadarse por nada, lo que nos parece más importante luego se convierte en una simple anecdota.

Esta historia marcó un nuevo rumbro en nuestro pueblo, todo se convirtió en cordialidad y alegría....todos se unieron para pasarlo bien...